Sunday 29 August 2010

29 de Agosto - Bye Bye Miss American Pie

Madrugón para dejar nuestro Chevrolet Suburban en el aeropuerto tras 2300 millas a las que hay que sumar las 2400 millas del Dodge Grand Caravan que cambiamos a medio camino, que hacen un total de 4700 millas realizadas durante nuestro road trip.

Sin duda, este ha sido el mejor viaje de nuestras vidas, hemos convivido en 10 metros cuadrados durante 21 días, en las que hemos tenido mucha paciencia el uno con el otro para aguantar el despiste general de Aitor, la mala leche de Ángel a la hora de conducir y el amor por su gorra de Alfresco de Adei, pero que nos ha sido muy gratificante en muchos aspectos.

Es por ello, que ya empezamos a planear nuevas rutas para años venideros, la costa este de los Estados Unidos, o incluso atrevernos con Sudamérica.

Para despedirnos, qué mejor manera que hacerlo con la canción que nos ha acompañado durante todo el viaje.




28 de Agosto – San Francisco


El trasnochar hace mella en nuestros cuerpos por lo que despertamos bastante más tarde de lo que acostumbramos. Llega nuestro último día completo en tierras americanas por lo que básicamente lo dedicamos a hacer compras de última hora, pasear por el downtown, comer en el Chipotle, cadena de comida rápida mexicana donde por un módico precio te pones las botas y despedirnos de los vagabundos de San Francisco, que al igual que la ciudad tienen un toque diferente a los del resto del mundo.



Y es que, paseando por las calles de esta ciudad los bohemios trotamundos que dormitan en las calles, hamburgueserías o cajeros de la ciudad nos sorprenden, por un lado con sus “what the fuck, give me a buck” o “Why lie, I need a beer” y por otro lado, porque son gente simpática y emprendedora que te habla, te para en las calles, se ofrece para leerte la mano, enseñarte juegos de cartas, ayudarte con los parquímetros, pero accedas o no a sus propuestas si no reciben retribución a cambio se despiden con un bonito, “your mother is a bitch” (que en esta caso ya pudiera ser beach), o “you motherfucker”. A pesar de todo, nos sorprende la cantidad de sanfranciscanos que donan dinero.



Al atardecer, nos acercamos a las cercanías del aeropuerto de San Francisco, para tomar algo en un Starbucks, actualizar el blog, contactar con padres, amigos y demás allegados y ordenar las ropas y maletas de nuestro coche que de ser un súper coche se ha convertido en un superdesván.

27 de Agosto - San Francisco


Otra noche muy fría. Resulta curioso, que las temperaturas en San Francisco ronden los 12-15 grados por la niebla y el viento, mientras a 20 kilómetros de la bahía alcanzan los 30-35.


Nos sentimos algo sucios tras algo más de 48 horas sin ducharnos por la dificultad de encontrar duchas públicas en la ciudad, ¡pero que más da! San Francisco es una ciudad hippie y que mejor manera que integrarnos en la sociedad que de esta forma.


Durante la mañana visitamos el barrio de Mission, conocido por que grupos de latinos, lesbianas, borrachines, activistas y prostitutas conviven en paz y amor. La zona también es conocida por la cantidad de murales en sus calles y en una de estas, Clarion Alley, nos encontramos con una sesión fotográfica que perfectamente podría ser para una portada de película porno fetichista.


Al mediodía decidimos cruzar el Golden Gate que se escondía bajo la densa niebla. No pudimos disfrutar de las vistas de la bahía pero tiene su encanto cruzar uno de los puentes más emblemáticos del mundo dentro de una nube.



Por fin encontramos una ducha pública en la playa Ocean y nos preparamos para conocer el ambiente de San Francisco, otro distintivo de la ciudad. Lo que debía haber sido una relajante ducha, más bien fue una tortura por el frío viento que soplaba con fuerza y que enfriaba aún más los 13 grados de temperatura ambiente.


Castro nos recibe con una enorme bandera gay clavada en el centro del barrio, un barrio residencial limpio y muy bien puesto, con casas victorianas y mucho comercio donde cenamos, salimos de fiesta y aprendemos una lección vital más. No es lo mismo referirse al frío que hace en la ciudad a pesar de todas las playas que dispone que sorprenderse por el frío de la ciudad vista la cantidad de prostitutas que dispone. No es lo mismo, no; pero en inglés se parecen mucho. Otra perla más para el libro de anécdotas.



26 de Agosto - San Francisco



Amanecer frío, muy frío, en pleno agosto de unos Estados Unidos de America que nos habían acompañado diariamente con sol y con temperaturas en general muy calurosas de 30-40 grados centígrados. Pero San Francisco va a contracorriente y aquí lo raro en verano es que pase de los 20.


A primera hora de la mañana visitamos el muelle 39 del puerto de la ciudad, donde como si de alguna oferta de sardinas gratuitas a destajo se tratara una cuadrilla de leones marinos se amontona una encima de otra y completan una orquesta de sonidos un tanto desagradable. Tras visitar el centro comercial adyacente construido de madera y sacarnos la foto de rigor con el hogar de jubilación de Al Capone, la prisión de Alcatraz, decidimos recorrernos las colinas de la ciudad, Telegraph Hill con bonitas vistas de la bahía de San Francisco, Russian Hill, sobre una curiosa cuesta empinadísima donde los coches se ven obligados a bajar haciendo eses y Nob Hill, lugar donde se sitúa el museo del antiguo tranvía y todo el entramado de cables y poleas que hacen moverse a este único modo de transporte.



Unas compras por el centro y un viaje de ida en tranvía que cuesta la friolera de 5 dólares nos llevan de nuevo al Pier 39, donde montamos en el coche para empezar a conocer los barrios que dan personalidad a la ciudad de San Francisco.


Primera parada, Haight, donde muchos de los hippies de los años 60 dejaron su huella vista la cantidad de tiendas de artículos de marihuana y boutiques vintage que nos encontramos. En Haight, conocimos a un chaval que nos ofreció droga nada más poner el pie dentro de una pizzeria sin esperarse que al de 10 minutos su novia lo iba a dejar por una deuda que el no quería pagar. Quizá si hubiéramos contribuido al negocio del joven, la deuda habría sido liquidada y todos seriamos felices y comeríamos perdices. Una lástima, que en esta ocasión no fuera así.



Saturday 28 August 2010

25 de Agosto - San Francisco


Como de santos va la cosa, hoy llegamos a San Francisco. Pero antes, cogemos la Highway 1 que recorre toda la costa central californiana y que nos agrada por la variedad de parques naturales y playas acantiladas y salvajes que nos encontramos en el camino.


Sabiendo que San Francisco es una ciudad que vive constantemente bajo la niebla por las características de la geología y climatología de esta bahía californiana, aprovechamos el buen tiempo que nos acompañaba y decidimos darnos un baño en las afueras de la bahía donde pudimos disfrutar de los últimos vestigios de sol americano y de las magnificas vistas del Golden Gate Bridge.


Llega la hora de comer pero también la de aprender una lección vital, no todos los chinos que se pasean por un restaurante chino, dentro de un barrio chino son camareros de ese mismo restaurante ni sirven agua a cualquier europeo que se lo pida repetidas veces incluso cogiendo el vaso en la mano y señalándoselo mediante todo tipo de gestos para hacerse entender.


Al atardecer nos acercamos al centro urbano de San Francisco. Recorremos el Market St, donde se concentran el distrito de financiero junto a muchas de las mejores tiendas de la ciudad. En el cruce con Powell St vemos el cambio de vías del antiguo tranvía que todavía funciona sin hacer uso de electricidad, simplemente con un mecanismo de poleas y cables que tiran de los vagones por las empinadas calles de San Francisco.



Pasamos por Union Square donde nos sorprenden una multitud de gente bailando Rock & Roll con mucho estilo al ritmo de una buena orquesta y un grupo de jóvenes que simplemente ofrecía abrazos de forma gratuita a los viandantes. Este tipo de cosas deben de ser la causa por la que esta ciudad se distingue de otras muchas en su carácter desenfadado y el espíritu de vida de sus habitantes.


Una visita a Chinatown con un montón de bazares y figuritas curiosas junto al posterior paseo de la calle Broadway donde ya empezamos a ver los primeros clubs de gente amiga de la promiscuidad que también popularizan a esta ciudad dan fin a nuestro día.

Thursday 26 August 2010

24 de Agosto - Costa Central de California


En nuestro camino por la costa californiana rumbo a San Francisco decidimos hacer una parada en Santa Bárbara, ciudad turística donde según la guía Lonely Planet destaca su puerto y rompeolas pero que a nuestro parecer no es nada del otro mundo; simplemente un pueblo con un bonita playa rodeada de un paseo lleno de palmeras y buenas casas.

Tras Santa Mónica y Santa Bárbara, la tercera santa a visitar sería Santa Cruz, ciudad costera que destaca por su rollito hippie y por ser una de las primeras ciudades americanas en legalizar el uso terapéutico de la marihuana. Aterrizamos en West Cliffs, zona acantilada donde nos damos una ducha entre los surfistas que se agolpan en estos parajes.

Nos damos una vuelta por el centro urbano del pueblo y nos damos cuenta que ya sea por el rollito hippie, porque todos los lisiados de California se han juntado en este pueblo para aliviar sus dolores y recibir prescripciones, o por el uso excesivo de la marihuana con otros motivos, las calles del centro están llenas de gente que en su día fue Flower Power pero que ahora aparentemente no tanto, y pasan el día con un aspecto no muy higiénico con sus mochilas, bicicletas o muletas tocando el piano, violín, guitarra e incluso cantando al mismo tiempo. Eso sí, con buenas dotes artísticas y siempre con paz y amor.

Para dormir volvemos a acercarnos a un parking de West Cliffs donde ahora nos encontramos con un continuo ir y venir de jóvenes que compran y venden mercancía con el amable sonido de la olas y que siguen la filosofía del vive y deja vivir.

Tuesday 24 August 2010

23 de Agosto - LA

Ya nos lo habían dicho una y otra vez que el mejor sinónimo de Los Ángeles es atasco y tras la mañana de nuestro decimosexto día del viaje podemos dar fe de ello.

La visita de Hollywood fue un poco decepcionante, el Kodak Theatre, lugar de la ceremonia de los Oscars, no nos sorprendió, la zona denominada Hollywood es bastante vieja y descuidada y la ruta por la colina donde se encuentran las mansiones de las grandes estrellas del cine, donde teníamos pensado conseguir fotos de Paris Hilton, Halle Berry o Leonardo di Caprio en cueros menores y venderlos al Hola para poder financiar el resto de nuestro viaje no fue fructífera dada la seguridad y la cantidad de arbustos que rodean sus casas con carteles amenazando con disparar si se pasa del límite asignado. Si a todo esto le sumamos que para desplazarse de un punto al otro te tienes que chupar un atasco y que Julia Roberts no tiene estrella en Hollywood, nuestra mañana fue algo aburrida y decepcionante.


Todo cambió al llegar a las playas de Santa Mónica. Allí nos estaban los esperados Vigilantes de la Playa con bikini y trajes de baño rojos, que vigilan las corrientes del malecón y cuidan de los bañistas y los Pacific Blue que hacen que se cumpla la ley en las calles de Santa Mónica en bicicleta o en quad.


 

Las playas de Venice y Malibú es donde se han grabado ambas series de televisión y aunque no tod@s son un saco de músculos o silicona, se nota el culto a la imagen de esta zona con un gimnasio al aire libre ideal para exhibicionistas y con la cantidad de veraneantes que se exhiben patinando o corriendo por la costa.


Nos encontramos tiendas y artistas de todo tipo en el mercado de Venice, algunos sobre zancos, gente disfrazada de lo que sea, modelos sacando fotos profesionales, percusionistas y cantantes. Teniendo en cuenta que todo esto es un lunes, nos quedamos con las ganas de volver y visitarlo en fin de semana.

Monday 23 August 2010

22 de Agosto - San Diego

Noche movidita, ya que, con todo preparado para dormirnos un tipo algo raro y que continuamente hablaba con su otro yo, empezó a merodear nuestro coche. Al de media hora donde le dio tiempo a fumarse unos cuantos cigarrillos, apuntar la matricula del coche, mandar algún mensaje y observarnos desde menos de dos metros, decidimos despedirnos del tarado e irnos a un lugar algo más tranquilo.

Nada más despertarnos, desayunando en un Starbucks de la zona y con nuestro habitual despliegue informático de cámaras de fotos, portátiles y sus correspondiente cargadores a pleno rendimiento llamamos la atención de un neurocirujano de origen italiano al que caímos en gracia debido a que él en su juventud realizo un road trip de parecidas características por España.

Tras escuchar la historia del nombre de San Diego, varias batallitas de su juventud, y querer invitarnos a su casa, nos aconsejo que visitáramos las playas de La Jolla Shores Beach y Blacks Beach. Dicho y hecho. Nuestro largo viaje merecía un día de descanso completo con playa y sol.

Para las 10 de la mañana ya teníamos nuestro campamento base situado en La Jolla Shores.

Primera impresión: Los americanos todo lo hacen a lo grande, se traen sus pedazo todo 4X4, sus pedazo de tiendas para ponerse en la playa donde colocan sus pedazo barbacoas y sus pedazo toallas.

Nos sorprenden, que nadie juegue a futbol, ni a palas. Aquí juegan a voley playa, al frisbee ,se traen sus bates de béisbol o sus balones de futbol americano. También nos sorprende la cantidad de gente que práctica surf. Familias enteras padres e hijos se van a pasar el día en plan surfista con sus tablas y sus trajes de neopreno. Incluso vemos unas cuantas viejas glorias, mujeres y hombres que a sus 75-80 años todavía se atreven a coger olas.


Helicopteros sobrevuelan la costa de San Diego para el avistamiento de tiburones que ya han causado más de un estrago en esta zona, pero nada nos asusta.

Un grupo de bailes hawaianos ameniza nuestro largo paseo post baño en el que nos damos cuenta que no todos los vigilantes de la playa de California visten de rojo y bikini, como en la famosa serie de Pamela. Si es que la tele a veces hace demasiado daño.

Tras el almuerzo nos vamos al segundo objetivo del día, Blacks Beach. Playa de muy difícil acceso situada en un acantilado donde muchos parapentista se echan a volar y que es conocida por ser la única playa nudista de los Estados Unidos.

Playa larga, amplía y sobre todo, preciosa, con apenas ninguna construcción en los alrededores y situada bajo una escarpada colina. Como el resto de las playas de esta zona. Agua fría y el mar bravo con olas enormes.

Nos llevamos la impresión de que hay muchísimo mirón, gente mayor y sin compañía mirando hacia todas partes, incluso alguno con catalejos intentando ver lo que no puede tocar. Eso si, si el nudismo es una práctica que promueve la muestra del cuerpo como la bendita cigüeña nos trajo al mundo, la mayoría de la gente lleva la depilación a raja tabla.

Tras una refrescante ducha y echarnos medio bote de after sun encima por el tono cangrejo que ha cogido la piel de alguno de nosotros, nos dirigimos hacia Los Ángeles, donde cenamos y dormimos sin ningun contratiempo.

21 de Agosto - San Diego

Nos despedimos de la ciudad de la avaricia y la lujuria dejando atrás un irónico cartel publicitario que dice “After you die, you will meet god”.

Tras cinco horas de carretera por tierras áridas llegamos a San Diego con la conciencia muy tranquila tras saber que todo aquel que pasa por Las Vegas esta libre de todo pecado, y tiene el beneplácito de dios.

California nos recibe con un clima bastante más agradable que el resto del país. Pasamos de los 40-45 grados centígrados diarios de Las Vegas a los 25 de San Diego, con un día soleado y brisa agradable. Por lo tanto, labor número del día, probar las aguas del mar Pacífico.

Inintencionadamente el GPS nos guía a las calas de la zona llamada La Jolla, zona pija de la ciudad donde muchos adinerados de la zona han construido sus casas veraniegas y donde es usual ver a focas salvajes subidas en rocas o incluso nadar entre bañistas. Como somos gente muy respetuosa con la fauna americana decidimos irnos a una cala cercana donde las torpes focas, que habitualmente no usan productos higiénicos, no impregnan el ambiente con su peculiar olor.

Las frías aguas y las enormes olas del Pacífico, que a más de uno nos hizo probar la arena; nos impidieron bañarnos durante más de 15 minutos consecutivos, pero por lo menos dimos comienzo a nuestra cata particular de playas californianas que tenemos planeada para los próximos 3-4 días hasta llegar a San Francisco.

Para pasar la noche, nos acercamos al centro urbano de San Diego, en el que tienes la impresión de estar en cualquiera de los pueblos turísticos del Mediterráneo. Edificios construidos por colonos españoles y multitud de restaurantes con terraza, donde pudimos disfrutar de una copa de helado de vainilla, nueces, chocolate fundido y nata y que más de una simpática americana que pasaba no se pudo resistir a probarla metiendo el dedo en nuestro preciado postre.

Thursday 19 August 2010

20 de Agosto - Las Vegas

Tras la desatada noche, nos despertamos tan pronto como podemos para poder disfrutar de nuestro Imperial Palace Hotel que como la gran mayoría de los hoteles de este gran parque de atracciones para adultos llamado Las Vegas, tiene absolutamente de todo, desde casino, piscina, spa, parking gratuito, centro comercial, hasta karaoke, sala de fiestas, gogos, imitadores de Elvis, Marilyn, Olivia Newton Jones, Little Richard o Michael Jackson, masajistas y, como no, una capilla para casamientos.

Visto que en cualquier esquina de esta ciudad encuentras un tragaperras, no pudimos resistirnos a probarlos. Tragaperras de todos los estilos, luces, sonidos y colores, ambientados en el señor de los anillos, monopoly, famosos y chicas de silicona entre otras.

Tampoco pudimos resistirnos a la ruleta, donde una racha de 15 negros y un rojo consecutivos nos echó a los tres de la mesa, tras a base de corazonadas, juegos de probabilidades y también algo de suerte alguno consiguió llegar a cantidades cercanas a 80 dólares tras una inversión de 30. La avaricia rompe el saco, amigos.

Al anochecer, con todas las luces a pleno rendimiento decidimos recorrernos la avenida de Las Vegas Boulevard, donde se encontraba nuestro hotel, y la gran mayoría de los lugares o casinos más populares de la ciudad, el Venitian, Palazzo, Bellagio, Caesars, New York New York o el MGM. Cabe destacar la fuente del Bellagio con chorros de agua sincronizados con la melodía de diferentes canciones, la replica de la Torre Eiffel o la sensación de que se hace de día dentro del Venitian.

Desafortunadamente no pudimos saludar al león que se encuentra dentro del casino MGM, ya que, su jornada laboral acaba a las 7 de la tarde.

19 de Agosto - Las Vegas

Después de contemplar el amanecer exactamente a las 5.43 de la mañana, nos ponemos en marcha hacia uno de los destinos más esperados, Las Vegas. Pero antes, nos falta recorrer uno de los tramos bonitos de la ya mencionada Ruta 66 en el estado de Arizona. Son varios las atracciones que encontramos a los lados de esta angosta carretera.

Decidimos hacer una parada en el curioso pueblo de Oatman, pueblo de otra época situado en el desierto de Mojave y que fue en las primeras décadas del siglo XX el hogar de muchos trabajadores de una exitosa mina de oro pero que igual que la carretera que la cruza cayó en decadencia a partir de los años 60. No pudimos disfrutar del show diario en el que cowboy retan sus habilidades a la hora de ser el mas rápido del oeste, o de otro show donde los habitantes del pueblo fríen un huevo usando simplemente el calor del sol que a las 12 de la mañana ya llegaba a los 40 grados centígrados, pero si que disfrutamos del salón, de los museos de antigüedades, la oficina de correos y de los burros que se pasean por el medio de la carretera como si la cosa no fuera con ellos.




Tres horas más tarde y bajo 44 grados centígrados llegamos a Las Vegas, también conocida como la ciudad del pecado debido a la popularidad del juego y apuestas legales, la disponibilidad de bebidas alcohólicas a cualquier hora del día y la legalidad de la prostitución.

Ciudad extravagante donde las haya, a pesar de que muchos de los casinos, centros comerciales, esculturas parezcan que están echas de cartón y que en las calles vendedores ambulante de sexo ofrezcan tickets con teléfonos a diestro y siniestro.

Parece que en el país de las libertades, solamente Nevada cumpla todos los requisitos y que todos acuden a ella desesperadamente.

Entre otros muchos motivos, la razón por la que marcamos con un círculo la ciudad de Las Vegas era por la intención de salir de fiesta, y es así como decidimos finalizar nuestro día. Pero siguiendo los consejos del estado de Nevada, “Lo que pasa en Las Vegas se queda en Las Vegas”, por lo tanto esta parte queda censurada de nuestro blog.

18 de Agosto - Gran Cañon de Colorado

Como todas las mañanas alrededor de las 10 de la mañana nos ponemos en marcha. Primera parada de hoy, el Colorado National Monument, una especie de mini gran cañón del Colorado en la que pasamos alrededor de una hora contemplando paisajes y sacando fotos.


La meta de hoy estaba situada en Arizona, en el mismísimo Gran Cañón de Colorado, pero antes, tuvimos que recorrer seis horas de tierras desérticas o calizas rojas y áridas por los estados de Utah y Arizona en las que sorteamos un par de tormentas donde unos cuantos rayos cayeron a pocos metros de la carretera en la que circulábamos y donde traspasamos condados de orígenes indígenas como el de San Juan, o la famosísima zona de los indios apaches navajos, que habitan en lugares inhóspitos pero de gran belleza paisajística por la que nos vimos obligados a realizar varias paradas y que recuerdan muchísimo a las películas basadas en la comunidad indígena.


Pisando el acelerador para poder disfrutar del Gran Cañón con la luz del día al fin llegamos al deseado destino. No hay palabras para describir este lugar, simplemente impresionante
.

Visto, que se nos esta haciendo de noche y que el Parque Natural dispone de una carretera de más de 25 kilómetros alrededor del inmenso cañón, decidimos dormir allí mismo para poder despertarnos a primerísimas horas de la mañana y poder disfrutar del amanecer de este lugar.

Wednesday 18 August 2010

17 de Agosto -Rocky Mountains

Con mucha tristeza nos tenemos que despedir de la encantadora familia que nos ha acogido durante los dos últimos días y que nos ha cuidado como a mismísimos jeques árabes.

El completo desayuno a base de yuca, cebollas, huevos, queso y aguacate es otro detalle más que tienen con nosotros los Hamstra y nos da la suficiente energía para afrontar las grandes Montañas Rocosas que nos esperan hoy.

En cosa de dos horas nos encontramos en Vail, ciudad conocida por sus inmejorables pistas de esquí, consideradas mejores del mundo junto a las de Aspen y que esta situada a unos 8200 pies de altura (2500 metro de altura). Tras dar un paseo por la ciudad nos acercamos a un restaurante y comemos pizzas y sándwiches del tamaño de 7 pulgadas (unos 25 centímetros) bajo una temperatura muy agradable de unos 75 grados Fahrenheit (25 grados centígrados). Así es América, pero a pesar de todo nos entendemos a la perfección.

Para pasar la tarde, decidimos aprovechar nuestra nueva nave espacial llamada Chevrolet SuperSuburvan con una subida por las sendas de montaña de Vail. Nos atrae la idea de visitar el Lost Lake de Vail, pero como bien indica su nombre se encuentra tan perdido que tras esquivar millones de baches durante más de una hora no conseguimos encontrarlo. Es por ello, que decidimos dar marcha atrás y visitar el Piney Lake, de nombre menos atractivo pero que no nos defraudo lo más mínimo. Y menos aún cuando en el camino nos cruzamos con castores y todo tipo de roedores desconocidos que habitan en estas montañas y al llegar a nuestro destino nos encontramos con un precioso lago donde un alce toma agua sin inmutarse de nuestra presencia.

El descenso de Vail, no es mas que un preludio de lo que nos vamos a encontrar mañana en Arizona, ya que la interestatal 70 nos maravilla con sus paisajes alrededor del Colorado River que ya empiezan a crear una especie de cañón de color rojizo y árido que recuerda a las películas que tanto gustan a nuestros padres.

16 de Agosto - Denver

Todo nos sabe a gloria en casa de los Hamstra. Tras ocho días hemos vuelto a saber lo que se siente sobre un colchón y hemos dejado a un lado toda la comida basura para alimentarnos a la dieta dominicana.

Hacemos una visita fugaz al colegio y hogar donde Ángel pasó gran parte de su año antes de adentrarnos en el Downtown o centro de la ciudad de Denver. Para ello alquilamos unas bicicletas y visitamos el bonito Golden Triangle de esta ciudad.

Como estamos en racha de liarla, nos metemos, involuntariamente como siempre, por calles y centros comerciales donde estaba terminantemente prohibido circular en bicicleta, esta vez no nos vio ningún policía y nos volvimos a librar de una multa de 35 dólares.

Después de almorzar en un Starbucks, decidimos pasar la tarde en el centro comercial Southlands, donde ninguno de nosotros se pudo resistir a la tentación de comprar en American Eagle y probar el té con burbujas de yuca del Boba Tea. Vimos la nueva película de Leonardo di Caprio al mas puro estilo americano, acompañados de palomitas con chorretones mantequilla y para cenar nos juntamos con la amable familia Bidwell que hospedo a Ángel durante su año americano y probamos por primera vez la carne de bisonte. Igual de sabrosa y menos grasienta que la carne de ternera.

No hay nada mejor que acabar el día sumergiéndonos en la piscina y jacuzzi de los Hamstra, y como no, eso es lo que hicimos.