Saturday 14 August 2010

12 de Agosto - Chicago

Debe de ser verdad eso de que después de la tempestad viene la calma ya que los primeros rayos de sol de un cielo completamente azul nos despiertan a eso de las 8 de la mañana. Nada mas desayunar volvemos a la carretera para llegar a nuestro tercer destino del viaje, Chicago.



El viaje trascurría sin mayores por menores aparte de los típicos tópicos de que los americanos no cambian de carril para dejarte adelantar y te ves forzado a hacerlo por la derecha o que no paran de hablar por el móvil mientras conducen hasta que de pronto una estela de luces azules y rojas parpadeantes y sirena policiaca, cual película policiaca americana nos ordena retirarnos al arcén.


Parece ser que excedíamos la velocidad máxima permitida en 15 millas por hora lo que corresponde a una multa de 150 dólares, tras retenernos por unos 15 minutos y demostrar que somos gente sana y maja, todo queda en un aviso y nos despide el agente con un amable: Be safe!



El resto de viaje fue sin contratiempos, atrás dejamos el estado de Ohio, y adentramos en Indiana, tierra de los Amish, comunidad que vive sin agua corriente, electricidad ni aparatos electrónicos pero eso si, tal como lo vimos con nuestros propios ojos y como buenos americanos que son se compran su helado de Oreo en el Dairy Queen, establecimiento de comida rápida especializada en perritos calientes y helados.


Así llegamos a Chicago, capital del estado de Illinois, tercera ciudad mas grande de los Estados Unidos y lugar de trabajo de personajes como Al Capone. Nos dirigimos directamente al Navy Pier, una mezcla de centro turístico, comercial y deportivo con un precioso puerto repleto de lujosos yates, acompañado de un gran parque asomando al inmenso lago Michigan y a la sombra del skyline de Chicago, que no tiene nada que envidiar al neoyorquino.



Para conocer mejor la ciudad, cogemos un barco que recorre el río de la ciudad y sinceramente Chicago nos sorprende muy positivamente por su cuidada imagen en la parte que es conocida como “The Loop”.



Al anochecer, ante el sofocante calor que nos ha acompañado durante todo el viaje, decidimos acercarnos a la playa y darnos un bañito en el Lago Michigan. Chicago nos vuelve a sorprender por lo limpio que esta el agua del lago.


Solo quedaba buscar un sitio tranquilo para dormir y a pesar de lo cuidado del centro de la ciudad, vista la más que mala pinta que tienen las afueras de Chicago decidimos dormir en pleno centro.

0 comments :

Post a Comment