Monday 23 August 2010

22 de Agosto - San Diego

Noche movidita, ya que, con todo preparado para dormirnos un tipo algo raro y que continuamente hablaba con su otro yo, empezó a merodear nuestro coche. Al de media hora donde le dio tiempo a fumarse unos cuantos cigarrillos, apuntar la matricula del coche, mandar algún mensaje y observarnos desde menos de dos metros, decidimos despedirnos del tarado e irnos a un lugar algo más tranquilo.

Nada más despertarnos, desayunando en un Starbucks de la zona y con nuestro habitual despliegue informático de cámaras de fotos, portátiles y sus correspondiente cargadores a pleno rendimiento llamamos la atención de un neurocirujano de origen italiano al que caímos en gracia debido a que él en su juventud realizo un road trip de parecidas características por España.

Tras escuchar la historia del nombre de San Diego, varias batallitas de su juventud, y querer invitarnos a su casa, nos aconsejo que visitáramos las playas de La Jolla Shores Beach y Blacks Beach. Dicho y hecho. Nuestro largo viaje merecía un día de descanso completo con playa y sol.

Para las 10 de la mañana ya teníamos nuestro campamento base situado en La Jolla Shores.

Primera impresión: Los americanos todo lo hacen a lo grande, se traen sus pedazo todo 4X4, sus pedazo de tiendas para ponerse en la playa donde colocan sus pedazo barbacoas y sus pedazo toallas.

Nos sorprenden, que nadie juegue a futbol, ni a palas. Aquí juegan a voley playa, al frisbee ,se traen sus bates de béisbol o sus balones de futbol americano. También nos sorprende la cantidad de gente que práctica surf. Familias enteras padres e hijos se van a pasar el día en plan surfista con sus tablas y sus trajes de neopreno. Incluso vemos unas cuantas viejas glorias, mujeres y hombres que a sus 75-80 años todavía se atreven a coger olas.


Helicopteros sobrevuelan la costa de San Diego para el avistamiento de tiburones que ya han causado más de un estrago en esta zona, pero nada nos asusta.

Un grupo de bailes hawaianos ameniza nuestro largo paseo post baño en el que nos damos cuenta que no todos los vigilantes de la playa de California visten de rojo y bikini, como en la famosa serie de Pamela. Si es que la tele a veces hace demasiado daño.

Tras el almuerzo nos vamos al segundo objetivo del día, Blacks Beach. Playa de muy difícil acceso situada en un acantilado donde muchos parapentista se echan a volar y que es conocida por ser la única playa nudista de los Estados Unidos.

Playa larga, amplía y sobre todo, preciosa, con apenas ninguna construcción en los alrededores y situada bajo una escarpada colina. Como el resto de las playas de esta zona. Agua fría y el mar bravo con olas enormes.

Nos llevamos la impresión de que hay muchísimo mirón, gente mayor y sin compañía mirando hacia todas partes, incluso alguno con catalejos intentando ver lo que no puede tocar. Eso si, si el nudismo es una práctica que promueve la muestra del cuerpo como la bendita cigüeña nos trajo al mundo, la mayoría de la gente lleva la depilación a raja tabla.

Tras una refrescante ducha y echarnos medio bote de after sun encima por el tono cangrejo que ha cogido la piel de alguno de nosotros, nos dirigimos hacia Los Ángeles, donde cenamos y dormimos sin ningun contratiempo.

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